lunes, 29 de abril de 2013

WONDERLAND

... nunca supe si caìa una vez màs... eso no se sabe sino hasta que despertamos... entrè a ese mundo de fantasìa  otra vez, ese mundo que ya conocìa pero nunca te deja de sorprender, donde increìbles personajes ofrecen èpicas aventuras, de màgicas proesas o inimaginables batallas, de viajes a lo profundo de sus propios mundos donde no todo es luz, donde descubres que a veces el cielo està poblado de demonios y el infierno se lleva plasmado en la piel, donde la felicidad tiene un alto precio y el vacìo es gratuìto... Y aùn asì sigo mi viaje, me atrevo a entrar y es entonces cuando lo veo venir... Sabìa que existìa y querìa conocerlo, saber si era real fuera de ese mundo maravilloso donde todo es perfecto y a la medida....Y ahì estaba èl, era hermoso, imponente, de dulce mirada pero de aspecto rudo, un màgico caballero con una hermosa armadura de colores mezclada con su propia sangre, era èl, venìa custodiado por sus amigos, sus compañeros de vida, sus complices, esos que lo salvaban del pasado pero que no lo dejaban olvidarlo, un guerrero Kabuki que no dejarìa le hicieran daño otra vez, un gato zombi que sonreìa a pesar de todo, una liebre que a pesar de estar muerta se vestìa para la ocaciòn, una hermosa Geisha invisible a ojos pùblicos, y una pareja de aves de la noche, un bùho que era su reflejo de sabidurìa y una lechuza que era la luz de su camino... Impresionado e intimidado ante tanta magnificencia, no hice màs que sonreìr y entregarme a su voluntad, quise vivir ese sueño, esa aventura ofrecida... su voz borraba el ruido alrededor, sus ojos me hacìan perderme y pronto sus labios fueron mi prisiòn... dicen que fueron horas, la luz del dìa se habìa ido ya, la oscuridad de la noche se hacìa còmplice de la situaciòn y yo no hacìa màs que divagar de esto y de aquello para evadir la realidad, esa verdad que està prohibida, que aleja y aìsla de los demàs, esa verdad que es casi un pecado en ese mundo perfecto...
Sentì su calor, la suavidad de su piel, su aroma y pronto el sabor de su ardiente piel... me diò lo que no querìa antes de despertar, tal vez no debì pedir tanto, tal vez no debì entregar tanto, tal vez no debì entrar, pero còmo podìa resistirme si era perfecto, era todo lo que imaginè tener, y me entreguè a eso, el fuego de sus labios me hacìa extraviar toda cordura y seguir ahì, secuestrados, ocultos y ajenos al mundo real, fuì suyo y lo quise mìo sin decirlo, sentì fuego dentro de mi, como cuando estaba vivo, y el tiempo se agotaba, tambièn la magia... Què hacer, còmo evitar que todo eso terminara, como soportar que la eternidad durara sòlo una noche, còmo salir ileso de ese maravilloso mundo donde hasta las dictaduras de un rey cabròn son dulces, donde un simple roce en tu pelo te lleva de vuelta a los dias felices, cuando no eras tù sino nosotros, còmo perder todo eso... y de pronto pensè en la cruz que cargaba èl y por ende en la mìa propia, recordè ese difuso rostro de su alma en su pecho que me recordò que no era real, me hizo dar cuenta que la hora habìa llegado, debìa ponerlo a salvo antes de salir el sol, lo besè una vez màs, y montados en mi caballo negro galopamos veloces hacia su santuario, donde yo debìa dejarlo para saber que estarìa a salvo, de mi y de todos... no quise mirar cuando se fuè, fijè la mirada en el camino y cabalguè hasta mi refugio... me dormì con su voz aùn sonando en mis oìdos, con su sabor en mi boca humeante...
Hoy despertè en el mundo real... solo, vacìo y desnudo... sòlo quiero entrar denuevo, ver si està ahì, ver si sigue siendo igual, si otro ocupò mi lugar si es que tuve uno... y eso es, esa es la aventura, entrar y vivir una fantasìa que dura una eternidad hasta que volvemos a entrar y asì hasta no volver a necesitarlo, hasta encontrar en el mundo real algo de magia que me ayude a cumplir la promesa que hicimos antes que muriera la noche, hasta entonces sè que no podrè evitar entrar una y otra vez buscando esa magia que te hace suspirar añoranzas, de esa que sòlo encuentras en Wonderland.